jueves, 28 de junio de 2012

La orquesta del Titanic

Y en nuestra ruptura fui como la orquesta del Titanic. Imposible dejar de tocar, dejar de sentir. Incluso viendo cómo nuestros recuerdos se ahogaban congelados y las promesas flotaban a mi alrededor ya carentes de contenido, sostenidas en la superficie por un agónico aire que me hacía observarlas a la deriva.
Con agua hasta el cuello pero por dentro mi música por ti no cesaba sin perder la esperanza de que consiguiese sacar a flote el tesoro imposible que nos creímos.
Ahora? La partitura de aquella historia está guardada, congelada y anclada en lo más hondo de mi memoria. Ya no voy al timón de ningún barco, no fleto buques mercantes por la noche con mis sueños, no pierdo trenes... Aviones? Quizás de ellos nunca me canse... SALTAR AL VACÍO!! Ya lo decía la de las pecas... Prefiero salta al vacío que caerme sin haberlo intentado.

martes, 12 de junio de 2012

Podría regodearme en el desastre, en las lágrimas, en los besos que no volvieron, en aquellas palabras que se anclaron en la memoria y aún duelen... Pero no, me declaro kamikaze de la vida y de los sentimientos. Comercio miradas, compro ganas, vendo caricias pero no a cualquier precio. Minorista de emociones.

Mójate en tus lágrimas, ensordécete con tus risas, lucha, cae, levántate.

Que los años no pasen, que los consuma como a una colilla, con la calma del que espera, con la intesidad del que desespera. Y que al igual que el humo rasga la garganta e impregna los pulmones, que cada año, que cada experiencia alargue mi sombra en el camino y me haga más yo, más ellas y más ello.

lunes, 11 de junio de 2012

Espacios

Y hablando de espacios... Me conformo con que el mío empiece donde sostengas la mirada y acabe... que nunca acabe. Mientras tanto seguiré refugiándome en mis silencios.

domingo, 3 de junio de 2012

Venecia sin mi

Ponerte mil disfraces y salir a escena. Despojarte de uno para ponerte otro, dejar que te desnuden todo menos el alma. Sentirte tu cada vez menos a menudo, parar, llenarse de aire y no perder la sonrisa. Dejarse llevar siendo lo que tengas que ser.
A mi no me cuentes historias de nuevos tiempos o de historias pasadas, ni de etapas o de tiempos y lugares. A mi me gusta mi vestido y no me voy a disfrazar, no saldré desnuda a escena porque adoraré sentir como vas desabrochando cada parte de mi yo. Si me despojas de algo, que sea de la gravedad.
Cansada del carnaval en el que se ha convertido la vida yo me presento auténtica y con denominación de origen en mis sentimientos. Algún día espero salir de Venecia y dejar tanta máscaras a los pies de mi cama.
Venecia sin mi empieza ya.