viernes, 13 de mayo de 2011

Hoja en blanco

No es bueno anclarse al pasado... La vida va pasando... etapa tras etapa... nos cruzamos con muchas personas, muy diferentes, nos aportan muchas cosas que nos llevaremos o no el resto de nuestra vida.

No está bien querer permanecer estáticos en el tiempo, vivir de recuerdos o de instantes.

Lo que pudo y no fue atrás quedó... convertido en nada... no tiene que ahogar nuestro presente.
Lo que fue y no pudo continuar atrás quedó. Aprendimos, nos cambió, nos gustó pero también dolió.

Es sencillo caer en historias pasadas y no querer avanzar, no querer luchar y conformarnos con lo que en un momento de nuestra vida fue perfecto. Pero creo que no hay persona más infeliz que aquella que intenta vivir arrastrando el pasado al presente sin vivir lo que le ha enseñado la experiencia y queriendo ser quien fue y no quien es.

A mi aún me resulta extraño saber quién soy... lo que fui hace un tiempo y lo que fui hace no tanto tiempo son extremos irreconciliables y y saber en qué punto está el "yo" no es fácil. Es por eso por lo que he llegado a la conclusión que las añoranzas en general son muy duras, pero la más duras de todas ellas es la de uno mismo.
Me he propuesto seguir andando al frente, llenando los pedacitos de mi que perdí por el camino de lo que me vaya ofreciendo el presente, no pienso en personas pasadas, me centro en mi y en lo que puedo conseguir. Lucho por lo que yo como persona quiero... y seguro que dentro de poco tiempo puedo decir con certeza que me siento llena de mi misma, que mi independencia ha sido mi batalla más dura pero la que mejor me ha hecho sentir.