De cuando en cuando observo, concreto, reflexiono y concluyo... Es una costumbre que asumí hace ya algunos años con la ilusoria intención de que los hechos no me volvieran a sorprender... pero hay ciertas incógnitas de la ecuación de los momentos que nunca soy capaz de averiguar a tiempo.
Me gusta preveer comportamientos de los demás pero aún más me encanta que me sorprendan... pero qué difícil es esto ya!!
He aprendido que se conoce mejor a una persona observando lo que sus palabras no te dicen que tomando literalmente cada palabra que emita. Hay quien dice que los hechos son los que hablan de las personas pero lo considero un error de cálculo debido a eso mismo... que el cálculo es lo que mueve el hecho... (¿?)
Me fio de esos gestos involuntarios que te piden a gritos un abrazo, la decisión de caminar antes que conducir es más reflexiva que medioambiental, esa relectura de lo enviado o recibido de los inseguros, no me escondas bajo una manía el movimiento compulsivo de tu pierna o el continuo crujir de las uñas entre los dientes... por no hablar de las preocupaciones no tan consumidas como las colillas del cenicero...
Me aventuro, me entretengo, me despierto y me protejo...
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